¿Puede un protocolo combinado con una vacuna viva de PRRS y una vacuna inactivada, SUIPRAVAC® PRRS, mejorar la inmunidad en el rebaño y los parámetros productivos de una granja?

Introducción

El virus del síndrome reproductivo y respiratorio porcino (PRRSV) es un patógeno vírico mundial que afecta a los cerdos y provoca pérdidas económicas en los países en los que está presente¹.

En la actualidad se obtiene una buena inmunización inicial con una vacuna viva modificada (VVM) para controlar el PRRS. En el campo, los veterinarios tailandeses recomiendan utilizar una vacuna inactivada (VI) en la fase de gestación para potenciar la inmunidad de las cerdas previamente vacunadas con una VVM.

La combinación de una VVM y una VI ofrece varios beneficios, como, por ejemplo, un aumento de los anticuerpos neutralizantes y la respuesta celular², así como una notable mejoría en el estado del PRRS en los rebaños de reproducción.

Por varios motivos, y como parte de una estrategia de vacunación destinada a obtener mayores beneficios en las granjas de cerdas, hace tiempo que en Tailandia se comercializa una combinación de una VI con una VVM.

Sin embargo, se disponen de pocos datos sobre el impacto de la administración de una VI en combinación con una VVM en cerdas de granjas infectadas por el PRRS.

En este estudio se evaluó la combinación de una VVM y una VI (SUIPRAVAC® PRRS, HIPRA) para mantener un alto nivel de inmunidad frente al PRRS en las cerdas y seguir produciendo lechones de calidad.

Materiales y Métodos

El estudio tuvo lugar en una granja (480 cerdas en una unidad de ciclo completo) de la provincia de Nakhon Si Thammarat (Tailandia) durante 2021.

Esta granja disponía de un programa de vacunación frente a la coinfección por el PRRS que consistía en la vacunación en sábana rutinaria con una VVM (grupo VVM)³.

Desde 2021 se vacunaban a todas las cerdas preñadas de forma habitual con una VVM y posteriormente se las vacunó cuatro semanas antes del parto con SUIPRAVAC® PRRS (dosis de 2 ml, IM) (grupo VVM + VI).

Las cerdas gestantes se sometieron a una evaluación de seguridad tras la vacunación para comprobar la posible aparición de reacciones locales.

Se obtuvo calostro (1 ml) de las primeras mamas frontales de las cerdas del grupo VVM (n = 5) y del grupo VVM + VI (n = 5) en la hora posterior al parto.

Todas las muestras se enviaron al Centro de Diagnóstico Veterinario de Kamphaengsaen (KVDC, Universidad de Kasetsart [Tailandia]) para evaluar los anticuerpos neutralizantes frente a los aislados de campo.

Se comparó estadísticamente la productividad de los lechones entre los grupos mediante la prueba de la T (se emparejaron dos muestras para calcular las medias) mediante el programa estadístico SPSS (versión 22.0).

Resultados

No se observaron efectos secundarios graves de larga duración en ninguna cerda gestante después de la vacunación con VVM + VI.

El grupo VVM + VI presentó unos títulos de anticuerpos neutralizantes significativamente superiores en el calostro en comparación con el grupo VVM (Tabla 1).

Tabla 1. Títulos de anticuerpos neutralizantes frente al PRRS en el calostro de las cerdas.
*Títulos significativamente superiores de anticuerpos neutralizantes frente al PRRS EU y US en el grupo VVM + VI (valor de p 0,04)

Los lechones nacidos del grupo VVM + VI presentaron un rendimiento de producción significativamente superior que el grupo de VVM (Tabla 2, p <0,05).

Tabla 2. Rendimiento de los lechones de cerdas tratadas.
^ab P<0.05 indicó diferencias estadísticas entre los grupos.

Discusión y Conclusión

Este estudio demuestra que es seguro administrar SUIPRAVAC® PRRS en cerdas gestantes.

Además, se acepta que las respuestas inmunitarias superiores frente al PRRS se alcanzaron con la combinación de una VVM y una VI.

Esto sugiere que SUIPRAVAC® PRRS ayuda a alcanzar niveles más altos de anticuerpos neutralizantes en el calostro después de una dosis de refuerzo antes del parto, lo que permite mejorar los datos de producción de los lechones de estas cerdas.

Consulta más publicaciones sobre la vacuna de PRRS en cerdos.

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Referencias

1. Nieuwenhuis N et al. 2012. Vet Rec. 170, 225.
2. Diaz I et al. 2013. The Veterinary Journal 197: 438–444.
3. Kitchodok R et al. 2020. Thai J Vet Med. 50 (Suppl.): 327-328.