Por desgracia, la vacuna contra el PRRS no es tan eficaz como otras vacunas para prevenir nuevos brotes de la enfermedad cuando se introduce un nuevo virus en la granja.
En muchos casos, la eficacia de la prevención está relacionada con la cepa que se ha introducido. Sin embargo, que sepamos, la vacunación después de la infección puede resultar útil. En un estudio realizado en la Universidad de Minnesota por el equipo de Scott Dee (Linhares, DCL et al., 2012) se halló que la vacuna reduce el tiempo de excreción del virus en los animales infectados.
En la investigación se halló que, después de la infección experimental, la cantidad de virus que se encuentra en el aire de las instalaciones de los cerdos vacunados era menor que en el caso de los animales que no se habían vacunado. Por lo tanto, la vacunación tras la infección, independientemente del estado anterior de los animales, puede ayudar a estabilizar la granja.
En cuanto al programa de vacunación, para maximizar el efecto de reducción de la viremia que se mencionó antes, la mejor opción sería administrar la vacuna a todo el rebaño al mismo tiempo. A partir de ese momento, podría implantarse un plan de vacunación estándar con vacunación en masa 3 veces al año.
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