Lidia de Lucas1, Salvador Romero1, Tiago Nunes1, Joel Miranda2
1Global Product Manager, HIPRA
2Global Franchise Manager, HIPRA
El control de la enfermedad del virus del PRRS sigue siendo fuente de frustración para todos los productores y veterinarios. Y, ¡no es de extrañar! Entre las razones por las que su control es tan complejo se encuentran la necesidad de un enfoque multifactorial y el hecho de que ninguna solución es única y efectiva por sí sola.
Ante las dificultades que plantea el virus del PRRS, un correcto manejo de los animales, la inmunización adaptada en todas las edades, así como un plan de bioseguridad que reduzca el riesgo de sufrir infecciones externas y recirculaciones internas, son medidas que deben estar presentes en un plan de control de la enfermedad.
En lo que respecta a la inmunización de la reposición y de las cerdas adultas con vacunas vivas modificadas, no hay mucha duda al afirmar que tiene un papel fundamental dentro de la estrategia conjunta para el control del virus.
En Europa, en la actualidad, el 90 % de las reproductoras son vacunadas y sus beneficios son claros debido al impacto de la enfermedad en las granjas positivas (100-200 € por cerda/brote)1.
Sin embargo, las nuevas dinámicas de la enfermedad, la presencia cada vez de más granjas positivas inestables y la recirculación periódica de cepas altamente patógenas, obliga a considerar en muchos casos no solo la vacunación de cerdas, sino también la de lechones.
Y, aunque en la última década la vacunación de lechones casi se ha triplicado en España, actualmente solo un 20 % de los lechones se vacunan frente a PRRS, siendo sus beneficios y rentabilidad un foco constante de discusión.
El impacto del PRRS durante el periodo de transición se ha estimado en 3,5€ para un animal de 30 kg2. Sin embargo, puede ser mayor cuando se combina con otros patógenos, ya sean virales (Influenza, PCV2) o bacterianos (M. hyopneumoniae, Actinobacillus pleuropneumoniae, Glaesserella parasuis, etc.), ya que se suma el coste de los antibióticos para controlar estas enfermedades a las pérdidas directas debidas a la mortalidad asociada y a los síntomas clínicos.
El impacto del PRRS durante la fase de crecimiento se ha estimado en 3,5 € por un animal de 30 kg2, pero este puede ser mucho mayor si a las pérdidas directas por mortalidad y clínica asociada, sumamos las pérdidas de la posible asociación con otros patógenos secundarios, ya sean víricos (Gripe, PCV2.) o bacterianos (Mhyo, App, Glässer, etc.) y el gasto en antibióticos para controlar estas enfermedades.
Y, por si todo esto fuera poco, este impacto se ha visto fuertemente incrementado en España por la cepa denominada popularmente como “Rosalía” que ha registrado altas mortalidades en transición pudiendo alcanzar en ciertas ocasiones valores de entre el 40%3 e incluso, en casos excepcionales de hasta el 60 %.
¿Qué beneficios esperamos de la vacunación de lechones de PRRS?
La vacunación de lechones tiene sentido cuando, alcanzando una estabilidad en la F1, existe una alta presión de infección en las transiciones, con recirculaciones víricas que impactan en el rendimiento y supervivencia de los animales en su fase de crecimiento.
Si hablamos de los objetivos de la vacunación de lechones frente a PRRS, debemos destacar dos principalmente:
- Primero, el control clínico de la enfermedad, reduciendo a nivel individual la sintomatología clínica y mejorando los parámetros productivos gracias a la protección de los animales frente a la infección.
- Segundo, un control epidemiológico, donde buscamos conseguir una disminución de la viremia y de la excreción para reducir la presión de infección presente en la transición.
- Tercero, se ha demostrado que el control de la circulación de cepas de PRRS en transiciones reduce la susceptibilidad de los animales a sufrir infecciones por patógenos secundarios por lo que un tercer objetivo sería la disminución del uso de antibióticos para el control de estas patologías.
Además, la vacunación de lechones proporciona beneficios a medio y largo plazo para el control del PRRS a nivel de todo el rebaño:
- La productividad de los cerdos en la fase de cebo mejora: si se controla la recirculación del virus del PRRS, los lechones están más saludables durante la fase de transición y el estado de salud de los cerdos en cebo será mejor, mejorando así su productividad.
- La estabilidad del PRRS en el hato reproductor será más duradera: al vacunar a los lechones, se reduce el porcentaje de animales susceptibles. En consecuencia, la inmunidad de todo el rebaño estará mejor preparada, lo que minimizará la recirculación del virus, la desestabilización de los rebaños y la granja estará mejor preparada para la entrada de una nueva cepa.
¿Qué debemos tener en cuenta al vacunar lechones de PRRS?
La vacunación de lechones frente a PRRS es cada vez una práctica más frecuente debido a que con los años hemos ido acumulando conocimiento y experiencias que han demostrado que, aplicando correctamente los protocolos vacunales, estos demuestran ser exitosos.
Para asegurar la máxima eficacia de la vacunación en lechones hay que tener en cuenta que:
- Deben vacunarse preferiblemente de 3 a 4 semanas antes de la infección.
- Deben ser animales sanos, es decir, no virémicos.
- Es necesario que la vacunación de lechones se realice durante un periodo mínimo de tiempo para maximizar sus beneficios. Hablamos mínimo de 16 semanas, con diferencias entre sistemas productivos
Por tanto, un punto clave será establecer el momento óptimo de vacunación para cada granja en función del momento de infección.
Con este fin, HIPRA ha desarrollado el programa Together, que tiene como objetivo hacer un seguimiento epidemiológico y productivo de la vacunación en lechones y a su vez poder cuantificar su retorno económico.
A modo de ejemplo, presentamos los resultados de un programa realizado en una granja en España de 1.600 cerdas F1+F2 donde monitorizamos la vacunación de lechones a dos semanas de vida.
Tras la confirmación diagnóstica a través de PCR y secuenciación de circulación de cepa campo, con una mortalidad media del 16 % en transición, se decidió comenzar la vacunación intradérmica con Unistrain® PRRS a dos semanas de vida.
Tras 3 meses de vacunación, la mortalidad se redujo en un 75 % (figura 1). Además, a las 8 semanas de empezar la vacunación, los lechones ya eran PCR negativos al destete y aunque seguían siendo positivos a final de transición, la secuenciación identificó en todos los casos, cepa vacunal4.
Además, valorando el consumo de antibióticos y antiinflamatorios, este se redujo drásticamente tras comenzar con la vacunación de lechones.
Por otro lado, la administración intradérmica de Unistrain® PRRS con Hipradermic® (figura 2) aporta otras ventajas añadidas tales como la reducción del riesgo de transmisión iatrogénica5 y la mejora del bienestar de los animales vacunados6.
¿Es la vacunación de lechones de PRRS una herramienta rentable?
La respuesta a esta pregunta no es sencilla y dependerá de varios factores como el impacto productivo que el virus del PRRS esté teniendo en esa explotación, las coinfecciones presentes y la naturaleza de la cepa campo. Aun así, las experiencias recogidas desde HIPRA demuestran que cuando se realiza en las condiciones epidemiológicas y clínicas pertinentes, la vacunación de lechones resulta rentable.
Un estudio reciente realizado en Francia respondió a esta pregunta tras la aplicación de un protocolo de estabilización en una granja de ciclo cerrado en una zona de alta densidad porcina.
El protocolo incluía, entre otras medidas, la inmunización de nulíparas (2 dosis), cerdas (cada 4 meses) y lechones (dos dosis) con vacuna viva.
Tras la estabilización y como consecuencia la mejora de los parámetros productivos y de crecimiento de los animales (tabla), así como de la reducción de los costes de medicamentos, se estimó un retorno a la inversión de la vacunación de 4,2 € por cerdo7.
Estos resultados confirman que la vacunación de lechones con Unistrain® PRRS es una herramienta útil y rentable para reducir el impacto productivo y económico, así como la presión de infección en granjas infectadas, siempre que se utilice y adapte a las necesidades de cada granja y siempre que esta se complete con medidas de manejo y bioseguridad dentro de un plan de control.
Bibliografía
- Nieuwenhuis, N et al, 2012. Economic analysis of outbreaks of porcine reproductive and respiratory syndrome virus in nine sow herds. The Veterinary record. 170. 225. 0.1136/vr.100101.
- Miranda et al; Evaluation of the economic impact of the PRRS virus in the nursery phase. ESPHM 2021. Pag 146.
- Martín-Valls, G.E. et al. Introduction of a PRRSV-1 strain of increased virulence in a pig production structure in Spain: virus evolution and impact on production. Porc Health Manag 9, 1 (2023). https://doi.org/10.1186/s40813-022-00298-3
- Torrents, D. et al; Improvement of productive parameters after piglet PRRS vaccination. IPVS 2020. Pag 543.
- Nilubol,D et al Evaluation of ASF and PRRS virus transmission between pigs when using conventional needles and a needle-free device. IPVS 2022, Pag 677.
- Antoni Dalmau et al; Intramuscular vs. Intradermic Needle-Free Vaccination in Piglets: Relevance for Animal Welfare Based on an Aversion Learning Test and Vocalizations. Front. Vet. Sci. Volumen 8. 2021. https://doi.org/10.3389/fvets.2021.715260
- Lebret, A et al; Economic impact of a porcine reproductive and respiratory syndrome (PRRS) stabilization program in a farrow-to-finish farm using mass vaccination with a modified live vaccine and strict biosecurity measures. ESPHM 2022, pag 76.