El PRRS (Síndrome Reproductivo y Respiratorio Porcino) es el tema principal de cualquier conversación entre ganaderos y veterinarios porcinos en los países productores de cerdos más importantes de todo el mundo debido a las importantes pérdidas productivas y económicas causadas en las granjas porcinas debido a los fallos reproductivos en las hembras reproductoras y en los problemas respiratorios en cerdos de distintas edades (Rossow KD, 1994).
Dado que es una enfermedad con aspectos importantes sin esclarecer, el éxito del control de la enfermedad depende de la combinación de distintas estrategias.
Este enfoque incluye el manejo sanitario, el monitoreo mediante el diagnóstico, la evaluación de la bioseguridad y la vacunación desempeñan una función fundamental.
Importancia del monitoreo del PRRS
El monitoreo nos permite usar las técnicas diagnósticas más habituales para el PRRS de forma que podamos saber en todo momento el estatus de los animales, a qué edad se infectan y cómo se transmite el virus en la granja.
La falta de monitoreo sistemático del PRRSV lleva a disponer de información irregular y no homogeneizada sobre el estado de las granjas, lo que dificulta todavía más comprender cómo fluye el virus dentro de ellas y cómo controlarlo con el tiempo.
Aunque en la mayoría de los países europeos se disponen de varias técnicas de diagnóstico del PRRS a nivel regional o nacional, el conocimiento epidemiológico de la enfermedad es limitado porque el monitoreo del virus del PRRS suele usarse a nivel de granja individual y con criterios distintos en diferentes regiones/granjas.
La vacunación como herramienta para lograr la estabilización del PRRS
Idealmente, la mejor situación sería mantener la granja sin PRRS. Sin embargo, importantes países productores de porcinos con áreas de producción de gran densidad positivas a PRRS, hacen que la erradicación de la enfermedad sea casi imposible.
En esta situación, el control es la opción más viable cuando se habla del PRRS y el objetivo es convivir con el enemigo.
Los principales objetivos del control del PRRS son, en primer lugar, la estabilización del rebaño, es decir, mantener estable el PRRS del hato reproductor, minimizar el riesgo de reinfección y evitar la entrada de nuevas cepas en la granja y, en segundo lugar, minimizar las pérdidas productivas.
En un estudio realizado en España (Torrents et al., 2019), se estimó que una granja estable con PRRS produce 26,2 lechones destetados/semana/1000 cerdas más que una granja con PRRS inestable.
En otras palabras, el impacto de la inestabilidad del PRRS es de 1,36 lechones destetados/cerda/año.
Las vacunas comerciales ofrecen protección virológica y clínica parcial, ya que no pueden proporcionar una protección completa y universal.
Por consiguiente, aunque la vacunación no proporciona necesariamente protección completa, es útil como medio de control del PRRS para reducir el impacto de la enfermedad.
El uso de vacunas vivas modificadas (MLV) para estabilizar el hato reproductor es una práctica generalizada para lograr la estabilización.
Por otro lado, en su fase respiratoria, el PRRS afecta principalmente a los lechones durante los períodos de cría y engorde, de forma que altera la ganancia media diaria (GMD), la tasa de mortalidad, el índice de conversión (IC) y el consumo de antibióticos en los cerdos.
Las pérdidas económicas causadas por el PRRS en los animales en crecimiento se producen debido a su asociación con patógenos secundarios como la gripe porcina, M. hyopneumoniae, A. pleuropneumoniae y Haemophilus parasuis, etc.
Los consultores de SIP (una empresa española especializada en medir el impacto económico de las enfermedades porcinas) estimaron que, tras un brote, el impacto de la enfermedad puede llegar a un máximo de 12,75 € por cerdo en fase de crecimiento.
Existen enormes diferencias entre los países en cuanto a la vacunación, aunque hay una clara tendencia al alza que confirma la vacunación de lechones como una herramienta complementaria para el control del PRRS. La vacunación de lechones tiene los objetivos siguientes:
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- Inmunización del rebaño: Si solo se vacunan las hembras reproductoras, entonces parte de la población de la granja no está bien inmunizada. Por lo tanto, la vacunación de los lechones proporciona inmunización del rebaño completo.
- Reducción de la circulación del virus del PRRS: Al vacunar a los lechones, se reduce la cantidad de animales susceptibles y, en consecuencia, el riesgo de recirculación del virus.
- Mejora del rendimiento de los períodos de transición y engorde: El PRRS afecta a la productividad en el período de crecimiento debido a su enfermedad clínica respiratoria. Después de la vacunación, se mejora el rendimiento.
- Reducción de las pérdidas económicas: Mediante la vacunación se reduce el impacto clínico de la enfermedad y, en consecuencia, también las pérdidas económicas.
Pautas para la vacunación de lechones
Para maximizar el beneficio de la vacunación de lechones, es importante tener en cuenta que el desarrollo de la inmunidad después de la vacunación requiere al menos de 3 semanas.
Además, los anticuerpos maternales recibidos por el calostro pueden interferir con la vacuna.
La vacunación no produce efecto terapéutico, por lo que debe revisarse la vacunación de lechones virémicos.
En esta situación, el primer objetivo es estabilizar el hato reproductor y, a continuación, una vez que el porcentaje de lechones virémicos sea bajo, podrá volver a plantearse la vacunación de lechones (Figura 3).
BIBLIOGRAFÍA:
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- 1. Miranda, J. et al.; June 2015. Vaccination with UNISTRAIN® PRRS in piglets reduces viraemia and excretion of PRRSV after a heterologous challenge with a Spanish strain. International PRRS Congress. Gante (Bélgica).
- 2. Linhares DC. et al.; 2014. Comparison of time to PRRSv-stability and production losses between two exposure programs to control PRRSv in sow herds. Prev Vet Med. 1;116(1-2):111-9. doi: 10.1016/j.prevetmed.2014.05.010
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